miércoles, 8 de mayo de 2013

Día 5: pequeñas rutinas

Km recorridos (día/total): 6/34                                             Vueltas dadas al perímetro (día/total): 3/17
 
Afortunadamente, las mañanas como las de hoy todavía son benévolas en lo que a temperatura se refiere. En determinadas zonas del circuito hay zonas de sombra que contribuyen a que el recorrido sea un poco más agradable. No obstante, correr todos los días durante los próximos seis meses en el mismo sitio corre el peligro de convertirse en un soberano aburrimiento, así que hay que buscar pequeñas rutinas y buenas compañías para hacerlo todo un poco más llevadero.
 
De las compañías hablaré mucho y bien en otra ocasión, conforme el tiempo me vaya dando la ocasión de conocer un poco más. De las pequeñas rutinas, a las que iré sumando otras a lo largo de mi estancia afgana, comenzaré hablando hoy. De momento, y aparte de las variaciones propias en el entrenamiento, que llevaré a la práctica conforme vaya aclimatándome a mi nuevo lugar de residencia eventual, he puesto en práctica la primera de ellas, fijando una hora determinada para cada día, en función de los quehaceres diarios: de lunes a jueves a las 06:45, y viernes, sábado y domingo aún por determinar, pero un poquito más tarde.
 
La segunda pequeña rutina será cambiar de zapatillas cada domingo. Esta semana me han tocado las Brooks Cascadia 7 rojas, la semana que viene las Ghost 5 y la siguiente las Cascadia 7 verdes y azules. Parecerá una tontería, pero ayuda a que cada semana sea distinta a la anterior. Por último, también los domingos cambiaré el sentido de la carrera. Esta semana, desde que llegué, las vueltas han sido en sentido antihorario. La semana próxima tocará en sentido horario. Y así, sucesivamente.
 
Por la tarde he vuelto otra vez a dedicarle un buen rato a la swiss ball en compañía de Adolfo, el triatleta afgano. La verdad es que me da mucha pena que se vaya pronto (se lo ha ganado, después de 6 meses aquí), porque los ratos de gimnasio son mucho más amenos en buena compañía. Y aunque él no lo sepa, para mí es todo un crack un tío que es capaz de llevar a cabo durante medio año un programa de entrenamiento con sesiones de rodillo de dos horas, gimnasio y carrera a 7000 kilómetros de casa, día tras día, semana tras semana. Lo dicho: un pedazo de triatleta.
 
Ya va siendo hora de irse a la cama, que mañana, como os he contado, hemos adelantado 15 minutos la hora de salida de la carrera. A ver si el tiempo se equivoca y amanece nublado (no tengo ninguna esperanza puesta en ello, todo hay que decirlo...). Da igual. Haga el día que haga, a las 06:45 (04:15 de la madrugada hora española) ya estaré dando las primeras zancadas del día por suelo afgano. Lo digo por si abres un ojo a esa hora. Ahí estaré. Corriendo.

2 comentarios:

  1. He estado un poco retirado de los blogs y veo que ya estás en tierras afganas. Me alegra que hayas coincidido con otro buen deportista, aunque sea por poco tiempo. Y lo de las rutinas es una gran idea..yo también soy de esos que necesitan un poco de orden...mucha suerte en tu nuevo destino.

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  2. Mucho ánimo y dale caña a Manu de mi parte, a ver si sacamos un nuevo corredor popular!!
    Guillermo

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