lunes, 15 de abril de 2013

Swissball y TRX: renovarse o morir

Aprovechando que durante los próximos meses voy a estar en un ambiente un tanto hostil para un deportista, con altas temperaturas, baja humedad, polvo en suspensión,...por no hablar de la monotonía de correr cada día en el mismo circuito de 3 o 4 kilómetros, me estoy aprovisionando con algunos artilugios de los que os iré hablando en mi "Diario de un corredor afgano" desde primeros de mayo.


El primer elemento que voy a introducir en mi entrenamiento es la swissball, o pelota suiza. Ya he estado investigando algunas rutinas de ejercicios, e incluso he llevado a cabo algunas pruebas en casa, y la verdad es que las primeras impresiones son inmejorables. Estoy seguro de que no tardaré en hablaros maravillas de ella, conforme la vaya incorporando a mi día a día.

Lo segundo que estoy esperando es el TRX, un sencillo sistema de bandas desarrollado, al parecer, por los Navy Seals para entrenar en cualquier parte, que se puede anclar casi a cualquier sitio, y con el que se pueden trabajar prácticamente todos los grupos musculares. Como aún no lo he recibido ni probado, no puedo hablar en primera persona de las ventajas o inconvenientes que lleva consigo. Pero, a priori, tiene muy buena pinta, y lo bueno es que he estado investigando un poco en Youtube, y hay un montón de vídeos explicativos y rutinas de trabajo desarrolladas.
Practicando equilibrio sobre la pelota suiza
Practicando equilibrio sobre la pelota suiza
La principal ventaja, tanto de la pelota suiza como del TRX, a parte de desarrollar los grandes grupos musculares que se trabajen de forma específica, es la de movilizar los músculos equilibradores, que intervienen imperceptiblemente en cualquier ejercicio y que, al ser difícilmente "trabajables" de forma aislada, no están a la altura de aquellos, limitando en muchas ocasiones nuestro potencial, cuando por las características del ejercicio que desarrollemos requiramos inconscientemente de su acción.
Es por ello que quiero aprovechar las circunstancias del periodo que se avecina para innovar y empezar a cuidar ciertos detalles que, sinceramente, a día de hoy tengo un poco abandonados, y que sé me llevarán a mejorar como deportista. Todo esto, por supuesto, complementando la carrera a pie, y con el objetivo de mejorar mis prestaciones en la misma. Así que ya os iré contando, a partir del próximo mes, dentro, como digo, del "Diario de un corredor afgano", mis experiencias con estas para mí nuevas adquisiciones.
¡Ah! ¡Y muchos estiramientos! A veces no hay que innovar tanto, y sí recurrir a lo que ya sabemos que funciona para mejorar un poco...

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