martes, 2 de julio de 2013

Día 60: en el cuerpo de un Avatar rendido

Km recorridos (día/total): 5,6/328                                      Vueltas dadas al perímetro (día/total): 1/142
 
Uno de los principales motivos por los que me gusta estar aquí es porque hay gente espectacular con la que difícilmente, por muchas razones, habría coincidido en ningún otro sitio. Cuando digo espectacular, me estoy refiriendo tanto al sentido profesional como al personal. Es uno de los motivos por los que me alegro de haber venido: poder tratar a este tipo de personas que sacan el trabajo adelante con la mejor predisposición posible, a pesar de que las circunstancias no son siempre las más favorables, y que luego siempre tienen tiempo para una carrera, un café o una charla entre amigos.
 
Hoy, uno de estos personajes a los que tanto admiro me ha dicho algo que no me habían dicho en mi vida, y que me ha hecho sonreír varias veces a lo largo del día al recordarlo. Ha sido después de que alguien comentase durante la reunión de la mañana que había visto cómo durante el desayuno me tomaba tres o cuatro pastillas (vitaminas, sales minerales y otras cosas sin importancia). Él, que lee mi blog, ha dicho, muy serio, que por fin entendía por qué tengo el cuerpo de un Avatar. Que ya comprendía por qué me levantaba por las mañanas, no me dolía nada y no me afectaba el polvo en suspensión...El cuerpo de un Avatar. No se me habría ocurrido en la vida :-).
 
avatar_pandora
 
Eso sí, he de decir que es el cuerpo de un Avatar rendido, al que el despertador, por primera vez en algo más de dos meses, ha sorprendido en un profundo sueño del que no habría querido salir por nada del mundo. Y es que estoy para el arrastre, y hoy he dado una vuelta al circuito por vergüenza torera, después de haber ido hasta la cabecera sur de la base a velocidad absurda.
 
Para colmo, me han convencido para que siga con el Curso de Defensa Personal Policial, que había decidido dejar a un lado un poco por todo, y esta tarde he estado dos horas con las muñecas y los hombros retorcidos, cayendo y volviendo a levantarme. De buena gana me habría quedado, en más de una ocasión, con la cara pegada al tatami hasta mañana. En cualquier caso, he de reconocer que me lo he pasado bien.
 
Poco más que contar. Espero haber recuperado un poco de aquí al jueves. Seguro que sí. Creo que mañana dormiré hasta un poco más tarde, correré sólo diez minutos, estiraré bien y poco más. Por la tarde tengo masaje de piernas, así que espero estar listo para dar suficiente guerra el día 4 de julio, a las seis de la mañana. Hora infame para un cinco mil. De nuevo. Este Avatar necesita urgentemente una recarga de pilas. En todos los sentidos. Sea como sea, intentaremos defender Pandora.

No hay comentarios:

Publicar un comentario