domingo, 20 de octubre de 2013

Día 170: no sólo son los kilómetros

Km recorridos (día/total): 26/1489,9                                  Vueltas dadas al perímetro (día/total): 5/373
 
Se nota que estamos un poco al límite. Esta mañana, en dos horas de rodaje, veintiseis kilómetros fraccionados en tres partes, con unas condiciones meteorológicas excelentes, apenas ha habido espacio para la conversación. Cada uno iba a lo suyo, centrado en sus propias sensaciones. Estoy seguro de que, sin el apoyo de los otros tres, ninguno de nosotros habría conseguido terminar el entrenamiento de esta mañana. Las fuerzas están muy justas, y la capacidad para reinventarse y encontrar un motivo por el que correr durante dos horas un domingo por la mañana es mínima.
 
Lo peor (o puede que lo mejor) de todo es que el cansancio es principalmente mental. Está claro que que todo lo que llevamos encima le pasaría factura a cualquiera, incluso si me refiriese sólo a los kilómetros recorridos. Ayer estuve calculando un poco por encima, y desde el mes de julio (mayo y junio fueron relajados y apenas corrí ciento cincuenta kilómetros al mes), los números hablan por sí solos: doscientos cuarenta kilómetros en julio, trescientos cuarenta y nueve en agosto, trescientos cincuenta y uno en septiembre, y casi doscientos cincuenta en lo que llevamos de mes de octubre.
 
Pero no sólo me refiero a la distancia. En junio, agosto y septiembre, las temperaturas rara vez descendieron de los cuarenta grados a medio día, con lo que muchas tardes nos encontramos corriendo a treinta y cinco grados. A estos factores meramente físicos y fisiológicos, habría que añadir los propios de una misión de seis meses sin un solo día de descanso, en el mismo ambiente, con la misma gente, la misma ropa, comida,... y, sobretodo, la separación familiar, ese vacío enorme que se instala en los que se quedan y que nos traemos los que venimos, y que deja una sensación tan árida como el desierto afgano.
 
Ayer se lo comentaba a Alberto: no sólo son los kilómetros que llevamos. Hay que estar aquí para terminar de comprender lo importantes que son el apoyo del grupo, las compañías, las palabras de ánimo o incluso los silencios. Probablemente, sea complicado llegar a entenderlo sin vivirlo las veinticuatro horas del día, semana tras semana, durante seis meses y medio. Por eso, creo que no es sólo una cuestión de distancias o de ritmos.
 
Por otro lado, y lo he dicho en muchas ocasiones, estoy seguro de que sin estos compañeros de asfalto, el #peazoteam, como nos describe Pascual en su twitter, Alberto, Tabu y el propio Pascu, me habría resultado imposible llegar tan lejos. Esta tarde, como buen domingo, hemos vuelto a disfrutar de unas pizzas y unas cuantas risas. No todo va a ser sufrir, y hoy, sin duda, nos las hemos ganado. Veintidós días.
 

1 comentario:

  1. Fran, me canso solo de ver la cantidad de Km que estais recorriendo, pero tener cuidado porque corren rumores de que Karzai os va a subir impuestos por exceso de desgaste de caminos. os envío todo el ánimo del mundo para lo que os queda. El maratón de Valencia está ya a la vuelta

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