domingo, 27 de octubre de 2013

Día 177: cada vez más largos

Km recorridos (día/total): 15,1/1567                                  Vueltas dadas al perímetro (día/total): 2/387
Esta mañana no había quien me sacase de la cama. Me ha costado muchísimo tomar la decisión de poner los pies en el suelo y comenzar el día. De hecho, he apurado hasta el último momento para salir a rodar cinco kilómetros y poco antes de la tercera y última carrera de orientación urbana que ha organizado mi compañero Xavi (qué crack, y qué buen trabajo ha hecho). Hacía frío y tenía muy pocas ganas, para qué negarlo. Aún así, después del breve calentamiento, y de comenzar la orientación con ciertas dudas, me he ido animando y, aunque me lo he tomado con mucha calma, o tal vez debido a eso, la he disfrutado muchísimo.
Al final, después de la entrega de premios, y para recuperar y completar la jornada deportiva, han caído otros cinco kilómetros más, esta vez a una temperatura mucho más agradable, aunque con el cansancio instalado en el cuerpo. De hecho, tengo la sensación de que ando un poco bajo de defensas y con ganas de tomar el relevo de Nacho, mi compañero de habitación, que ha estado fastidiado durante los últimos días. Todo se pega menos la hermosura.
Con esa sensación de andar un poco k.o. ha transcurrido el resto del día. Quedan dos domingos para volver a casa, y lo cierto es que no veo el momento. Estos últimos días se están haciendo muy pesados. Los días pasan rápido, la verdad, pero son tantos los que llevamos que parecen sumar bien poco. A día de hoy, sólo quedan quince días en estas tierras. Ha pasado tanto tiempo y tantas cosas, que ahora me siento un poco raro, acariciando la certeza de que, de una vez por todas, esto se acaba. Esa sensación de hastío se aprecia en los rostros de todos y cada uno de mis compañeros.
Anoche, por cierto, nos juntamos a ver el Barça-Madrid. No sé si debido a todo esto que cuento, o más bien al hecho de que a mí me gusta ver el fútbol ajeno a las polémicas y las salidas de tono, no disfruté nada del partido, principalmente porque hay gente, curiosamente ajena a nuestro ambiente, que no sabe estar. Supongo que es en ocasiones como éstas cuando se aprecia la inteligencia emocional de las personas. Es una pena, porque en nuestro grupo hay gente realmente divertida, capaz de festejar un gol del equipo contrario si con eso se lleva la porra...
Se me escapa un día más, y comienza mañana una nueva semana. En unos pocos días tendremos aquí a los que ocuparán en breve nuestro lugar. Será una sensación extraña verlos aparecer y saber, de una vez por todas, que esta vez somos nosotros los que nos marchamos. Quince días son ciento cincuenta kilómetros. Quince días en el conjunto de ciento noventa y tres son una ínfima parte.
Pero los kilómetros se me hacen cada vez más largos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario