lunes, 11 de marzo de 2013

Allez, Jaja!


Hace unos años participé en la Titan Desert Mountain Bike Marathon. Fue una edición durísima, con una media de 42 grados y una máxima de 48 en la etapa maratón, temperaturas altísimas para esa época del año, debidas principalmente a una ola de calor que afectó a la zona. Recuerdo que en el aeropuerto del Prat me coloqué en la fila de facturación, y allí estaba él, el gran Laurent Jalabert, junto al mostrador, con otros componentes del equipo Look, dispuesto, como yo, a partir rumbo a Marruecos.
Con Jalabert

No pude evitar acercarme, no para pedirle un autógrafo, sino para darle las gracias por lo mucho que me había hecho disfrutar del ciclismo durante los años que había estado compitiendo a nivel profesional. Para mí, Jalabert era un ejemplo de superación, sacrificio y valentía. En esas, entablamos una breve conversación. Finalmente, le dije que venía solo, que no conocía a nadie allí. Me dijo sonriendo: "Ahora ya no vienes solo. Nos conoces a nosotros".
Al final de la segunda etapa me lo crucé nuevamente. No perdí la ocasión de charlar brevemente con él, y en ese momento sí le pedí a alguien que nos hiciese una foto juntos. Al día siguiente, vino la etapa maratón, y si no recuerdo mal, Laurent tuvo una infección bucal que le impidió estar delante. En lugar de abandonar, entró como uno más a un par de horas de la cabeza. Al día siguiente, creo recordar que se escapó en solitario y ganó la etapa, como para resarcirse de lo del día anterior y dejar constancia de su gran clase. En esa etapa, a mí se me partió el cuadro por la inserción de la tija, y tuve que completarla de pie sobre la bici desde el kilómetro 8. Al llegar, recuerdo que me crucé nuevamente con Jalabert, que me preguntó si yo era el que había terminado la etapa sin sillín. Le dije que sí. Me felicitó, y me dijo que tenía eso, un par... A mí el cumplido, viniendo de quien venía, me supo a gloria. Ya no volvimos a coincidir más.
Desde entonces se ha dedicado, entre otras cosas, al triatlon de larga distancia, con buenísimos resultados. Siempre aparece en las fotos con una sonrisa. Hoy un coche ha atropellado al gran Jaja en las proximidades de Toulouse. Parece que, finalmente, su vida no corre peligro, y que todo se saldará con unas cuantas fracturas, algunas importantes, como la de tibia y peroné, de las que espero se recupere bien y pronto.
Desde estas líneas, quiero enviarle mis mejores deseos.
Allez, Jaja!

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