jueves, 14 de marzo de 2013

Desafío Fortalezas-Ronda 2013: algunas cuestiones tácticas

A pesar de que hace casi tres meses parecía que esto no llegaría nunca, estoy empezando a notar cada vez más próximo el aliento de las para mí dos grandes pruebas de este año: la Ruta de las Fortalezas y los 101 kilómetros de Ronda. Y eso que sigue haciendo frío, que por ahí abajo, en los alrededores de Ronda, llueve a cántaros y que en lo alto de las baterías de costa que rodean Cartagena soplan a día de hoy vientos huracanados. Pero no me dejaré engañar: los días son cada vez más largos, el sol, cuando quiere salir, empieza a apretar lo suyo, y se respira en el aire virtual de las webs la inminencia de la competición.

Uno empieza a visualizar la salida, los puntos intermedios, los avituallamientos, las cuestas...Ayer me sorprendí reviviendo el último kilómetro de los 101. Seguramente, por encima de todas las razones que se tienen para volver, una sea la de correr ese último kilómetro, con las emociones a flor de piel y la certeza, en ese momento sí, de que se va a culminar un sueño. Un kilómetro de felicidad absoluta.
Hoy quería escribir brevemente sobre algunas cuestiones tácticas, sobretodo referentes al tema de las mochilas, que a buen seguro trae de cabeza a mucha gente a estas alturas. ¿Llevo mochila? ¿No la llevo? ¿Mejor una riñonera? ¿Qué dejo preparado en Setenil y en el cuartel? Como ya he escrito una entrada al respecto (puedes complementar este artículo con dos artículos: Estrategias y Material de carrera), me centraré en la que considero la táctica más adecuada si vas a correr la mayor parte del tiempo.

En la Ruta de las Fortalezas no hay opciones: o llevas algo o no llevas nada. Los avituallamientos están muy bien situados y la distancia es relativamente corta como para necesitar transportar una mochila todo el tiempo. En esta edición hay que tener en cuenta que están prohibidos expresamente los apoyos externos, así que cada uno tendrá que hacerse valer con lo puesto y lo que encuentre en los puntos fijados por la organización: plátanos, naranjas, frutos secos, agua y bebida isotónica. Para mí es más que suficiente.

En Ronda la cosa cambia, aunque poco, dado que hay dos puntos situados estratégicamente en los que puedes dejar una mochila con lo necesario: el primero en el kilómetro 55, aproximadamente, y el segundo en el cuartel de la Legión, antes del kilómetro 80. Hasta ese primer punto, yo no llevaría nada de nada. La distancia entre avituallamientos es perfecta para cubrirla en un tiempo óptimo. Eso sí, hay que olvidarse de las prisas desde el primer momento, y hacer de cada punto un lugar de parada mínima pero obligatoria.

En Setenil uno puede dejar preparada una mochila según sus necesidades, y continuar sin peso adicional hasta el cuartel. Si todo va bien, llegar al cuartel desde allí será cuestión de entre dos horas y media y tres horas, así que hay que calcular las horas de luz por el tema del frontal y la ropa de abrigo. Yo dejo este material preparado en el cuartel de la Legión. Saliendo a las 11 de la mañana, uno tiene en torno a 11 horas de luz natural antes de alcanzar ese punto. Es cuestión de hacer cuentas y determinar dónde dejar ese material.

En la mochila del cuartel, como digo, es conveniente dejar preparado un frontal y ropa de abrigo. No olvidéis, no obstante, comprobar las predicciones meteorológicas la mañana de la prueba, para conocer de primera mano qué temperaturas aproximadas nos esperarán a partir de la caída del sol. Eso nos ayudará a escoger el material de manera adecuada. Aparte, siempre es conveniente tener en la mochila (tanto en Setenil como en el cuartel) vaselina, gasa y esparadrapo, algún spray o pomada analgésica, así como unas pequeñas tijeras y aguja e hilo con las que intervenir de urgencia alguna que otra ampolla.

Teniendo en cuenta el terreno que viene a continuación y las condiciones físicas de cada uno, también puede ser una buena opción tener unos bastones preparados. Nos ayudarán en las subidas posteriores, donde difícilmente, al menos en mi caso, puedo optar a trotar. Y de nuevo, vuelvo a recomendar que dejemos en el cuartel todo lo que nos sobra, que ya nos lo llevarán a meta, y partamos con lo justo. Hay que tener en cuenta, a este respecto, que llevar peso adicional implica un incremento de las pulsaciones medias y un gasto energético suplementario. Siendo la exigencia en este sentido ya de por sí extrema, ¿qué necesidad hay de endurecer las condiciones?

En cualquier caso, en los 101 kilómetros de Ronda están permitidos (si no estoy equivocado), los apoyos externos, así que aquel que tenga la suerte de contar periódicamente con un poco de ayuda extra (se me ocurre un bocadillo de jamón y una Coca Cola después de Arriate...) puede organizarse de otra manera. Sin embargo, yo no apostaría toda mi suerte a ellos, dado que es difícil coordinarse en determinados momentos, y no hay por qué añadir elementos de estrés a la carrera.

Lo que necesitemos de verdad debe estar en las mochilas, de tal forma que cualquier descordinación, en muchas ocasiones obligada por las circunstancias del día (multitud de desplazamientos cortos, carreteras cortadas temporalmente,...), no afecte más que mínimamente al desarrollo de nuestra prueba, o lo que es peor, nos impida disfrutar de la misma al cien por cien.

2 comentarios:

  1. Buenos consejos. La verdad que la primera vez estás n poco perdido por mucho que lees, pero al final te sobra casi todo.Tambien depende de lo que vayas a correr y andar, claro.

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    1. Efectivamente, hay que hacer una planificación realista de tu ritmo de prueba según los tramos. Yo al principio llevaba cosas que luego ni utilizaba. Por cierto, espero que tu recuperación vaya genial. Un abrazo, y como siempre gracias por tus aportaciones.

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