martes, 26 de marzo de 2013

Un soplo de aire fresco


Los últimos días han sido una locura de kilómetros en coche por carreteras mal asfaltadas, viejos camiones Bedford y Mercedes de los años 80 con tres o cuatro pasajeros apretujados en el asiento de atrás. También han supuesto un pequeño oasis en la preparación, unas jornadas donde recuperarse de algunas molestias y coger un poco de aliento antes del tramo final.
IMG_1234Me hacía falta, más incluso de lo que pensaba, también físicamente. Esto último lo descubrí el viernes por la mañana, horas antes de partir, cuando aproveché para hacer un buen entrenamiento con David en la zona de Cartagena. Íbamos para hacer 25 kilómetros, aunque al final recortamos un poquito, ya que los dos nos dimos cuenta de que nos faltaba un poco de chispa y decidimos que lo más inteligente era no forzar la máquina, estando como estamos tan cerca de la Ruta de las Fortalezas.
En otro momento me habría agobiado un poco por no encontrarme tan bien como esperaba, pero analizando un poco los acontecimientos de las últimas semanas, las carreras, los entrenamientos, el estrés emocional de la situación actual,…me doy cuenta de que es normal que el cuerpo me pida un pequeño respiro, algo que realmente no me preocupa, pues cuando hay que estar bien es dentro de apenas cuatro semanas, y tengo plena confianza en que hemos ido haciendo un buen trabajo que necesita de cierto tiempo antes de dar sus frutos.
Por eso tal vez escribía, durante los últimos días, sobre la recta final, la puesta a punto y lo importante que es adaptar casi diariamente el entrenamiento de estas últimas semanas, de tal forma que el día de la prueba uno haya sabido apurar al máximo su preparación sin comprometer su estado físico.
Así, la idea era llevar a cabo ese entrenamiento del viernes, exigente pero sin pasarse, y tener luego tres o cuatro días para descansar, coincidiendo con unas pequeñas vacaciones, durante las cuales mis obligaciones atléticas se han reducido a 15 o 20 minutos de carrera al día, sin fallar ni uno, eso sí.
IMG_1239Aprovecho nuevamente para llamar vuestra atención sobre los beneficios de adoptar el buenísimo hábito de correr al menos 10 minutos diarios, pues además de los beneficios de los que os he hablado en el artículo Corre al menos 10 minutos al día, y mejorarás como nunca, se suma el hecho de que, durante periodos más o menos cortos de inactividad (viajes, trabajo u otras circunstancias), correr solamente 10 minutos os ayudará a mantener un tono físico adecuado que facilitará la vuelta al entrenamiento tras esos días de parón. En otras palabras, estaremos hablando de una inactividad relativa, pues nuestro tono muscular y lo que es más importante, la predisposición de nuestro organismo a correr, apenas se verán alterados.
A mí este hábito tan consagrado, camino de los 17 meses de forma ininterrumpida, me ha permitido durante estos últimos días correr en las inmediaciones del desierto del Sáhara, donde no era la primera vez que corría, con las grandes dunas de Merzouga y sencillas edificaciones de adobe desperdigadas al abrigo de las palmeras como telón de fondo. Es lo bueno que tiene haber hecho de un par de zapatillas de deporte, unas mallas y una camiseta mis inseparables compañeras de viaje.
En esta ocasión, paradójicamente, la cálida brisa desértica ha supuesto un soplo de aire fresco…

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