viernes, 4 de octubre de 2013

Día 154: ciclos

Km recorridos (día/total): 5,2/1325,5                                 Vueltas dadas al perímetro (día/total): 1/340
Esta mañana me han ganado la partida el amanecer y mis compañeros de entrenamiento. El primero lo tenía fácil: después de unas últimas semanas verdaderamente intensas y con tanto madrugón, me hacía falta un pequeño descanso, así que hoy me he relajado un rato más en la cama antes de salir, al filo de las siete y media (y porque había quedado: si no, fácilmente habría salido más tarde).
Los segundos tampoco lo tenían complicado. Las dos sesiones de ayer, especialmente la de la mañana, me habían dejado con la luz de la reserva encendida y muchas tensiones musculares que previsiblemente mañana Roberto, mi fisio en Herat, se encargará de aliviar. También, por qué no decirlo, me encontraba un tanto agotado psicológicamente. Por todo ello, ni he entrado en disputas ni en ritmos elevados, dejándome ir por detrás del grupo y finalizando mi sesión bastante antes que el resto. Es lo que me pedían la cabeza y el cuerpo. Ni un metro más. Ni un segundo más.
Es curioso comprobar cómo, prácticamente desde que he llegado, vivo según ciclos de más o menos duración que se repiten periódicamente. A buen seguro, son ciclos que imperan también en mi vida diaria, no única y exclusivamente cuando estoy aquí. Lo que ocurre es que en Herat, inmerso en el voraz ritmo del día a día, tales ciclos son muy acentuados, y están perfectamente definidos.
Por eso sé que ahora estoy en un punto bajo, después de una segunda mitad de septiembre viendo la otra cara de la moneda: más cansado, menos positivo, menos hablador, más denso, más enmarañado,... Sin embargo, no puedo ceder ante tales sensaciones y dejar que dominen mi día a día, por lo que me empeño en seguir haciendo lo mismo que haría si estuviese en mi mejor momento, aunque a veces me cueste el doble.
En breve, espero, me tocará vivir el otro extremo, o más bien una transición entre extremos pues, a decir verdad, a estas alturas mis ciclos se reducen a breves transiciones entre zonas medias-altas y zonas medias-bajas, sin llegar, en ningún momento, a tocar fondo o a hollar la cumbre. Casi lo prefiero de esta manera, mucho más comedida emocionalmente, menos agresiva, más serena.
Mientras tanto, los días transcurren, si no plácidamente, sí con bastante trabajo, algo de agradecer, ya que de esta forma son mucho más llevaderos. Ya hemos iniciado los contactos con nuestro proveedor de alimentos, de manera que culminemos como se merece el proyecto 60 NM Solidarias. Finalmente las cantidades que podremos comprar de alimentos básicos (arroz, harina, aceite, legumbres y azúcar) junto con algunos kits de higiene dental, superan con creces nuestras expectativas más optimistas. Así, a bote pronto, creo que seremos capaces de reunir, con el dinero recaudado gracias a todos los que han colaborado, unas dos toneladas de productos. ¡No está nada mal!
IMG-20131003-WA0001Sin lugar a dudas, el día de la entrega será el más emocionante de los que me restan aquí. Después de todo, la experiencia está siendo, como he descrito en otras ocasiones, enriquecedora en muchos sentidos. Queda por delante un mes plagado de acontecimientos, estupendos momentos y muchas emociones. Hay que estar a tope para disfrutar de todos ellos, para vivir cada día, para no perderse ni un sólo segundo. En breve, uno corre el riesgo de darse cuenta de que todo esto pasó, y será demasiado tarde.

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