lunes, 14 de octubre de 2013

Día 164: sobre la marcha

recorridos (día/total): 5,2/1421,1                                     Vueltas dadas al perímetro (día/total): 1/360
 
Ayer me quedé un poco preocupado por unas pequeñas molestias en el pie derecho. La alargada sombra de las fascitis plantares, que tan de cabeza me han traido durante un tiempo, volvió a planear sobre mi cabeza. Parece que las molestias van remitiendo poco a poco y que el pie está bien. Intentaré, de todos modos, no hacerles mucho caso y seguir adelante.
 
En cualquier caso, hoy, por si las moscas, sólo he rodado por la mañana, cinco kilómetros muy tranquilo, a ver si recuperaba bien del entrenamiento de ayer y de la carrera del sábado. Parece que, poco a poco, la zona va estando un poco menos dolorida, aunque no me fío,  y esta semana entrenaré entre algodones.
 
Al menos, el rodaje de la mañana ha sido muy agradable, como de costumbre, en compañía de Alberto, Tabu y Pascual. Como todos andábamos un tanto cansados de la sesión de ayer, la carrera ha sido suave y he disfrutado de lo lindo. Aún así, los últimos dos kilómetros nos hemos desengrasado un poco y despachado a gusto. Por mi parte, a decir verdad, ha sido una cuestión de seguir rueda y no entrar en disputas que me apetecían bien poco. Está bien no olvidarse de correr rápido, incluso en las sesiones de recuperación.
 
El resto del día lo hemos salvado Mario y yo sobre la marcha. Ahora que las tardes son tan largas, sin el entrenamiento vespertin, no sé que hacer. Suerte que hoy han surgido de la nada un par de cervezas y una buena cena tras la cual, y gracias en parte al aire fresco de las noches de octubre, me salen las palabras solas. Ya lo he dicho en más de una ocasión: la experiencia personal en estos meses ha sido fascinante. He tenido la gran suerte de coincidir con gente excepcional, no sólo por estar en estas difíciles circunstancias. Me da la impresión de que este relevo es y será irrepetible en muchos sentidos.
 
El resto del grupo ha salido a entrenar esta tarde. No sé en que posición quedo, principalmente porque a veces lo fácil es sumarse a la masa y continuar hacia adelante, pero tengo claro que debo racionar un poco mi dosis de kilómetros si quiero llegar de una pieza a Valencia. El volumen no es, en muchos casos, sinónimo de progreso y, al menos en mi caso, sé que resulta difícil encontrar el término medio, marcado en muchas ocasiones por las molestias como las que he experimentado a lo largo del día de hoy, que me dicen que he de levantar el pie.
 
Con un poco de suerte, mañana estaré como nuevo para disfrutar de la sesión de la mañana. Ahora me voy a dormir que, entre una cosa y otra, tengo unas ganas enormes de tumbarme en la cama y disfrutar de un rato de tranquilidad (hoy a mediodía tenía cosas que hacer y apenas he pasado por la habitación).
 
Finalmente el día de hoy, que en principio se presentaba un poco raro por mi parte, se ha arreglado sobre la marcha gracias en gran parte a una más que grata compañía. Lástima que al final, entre una y cosa, se nos ha olvidado, tanto a Mario como a mí, echarnos una buena foto con la que adornar esta entrada. Otro día será.

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