martes, 16 de julio de 2013

Día 74: me pasa por ir despacio

Km recorridos (día/total): 5/416,1                                      Vueltas dadas al perímetro (día/total): 1/165
 
Después de lo intenso, deportivamente hablando, que fue el día de ayer, hoy me he encontrado, como esperaba, un poco más cansado de lo habitual. Por fortuna, ya he aprendido, a base de tropezarme mil veces en la misma piedra, a escuchar a mi cuerpo, y esta mañana he salido a rodar cinco kilómetritos muy, muy tranquilo, y sin ganas de apretar.
 
De hecho, en otras ocasiones, conforme va avanzando la carrera, empiezo a recuperar sensaciones. Hoy no, y me he conformado con completar una vuelta larga al circuito. En solitario. Sin derrochar lo que no tengo. Mañana será otro día, y si todo va bien, espero repetir el plan de ayer y doblar. A ver si así voy cogiendo nuevamente un poco de chispa, a base de kilómetros y de breves cambios de ritmo.
 
Por otro lado, no sé si volveré a rodar en grupo a los ritmos de ayer. Hoy me duele la rodilla izquierda. Me parece que está un poco sobrecargada debido a la velocidad de la salida del lunes por la tarde. Parecerá una tontería, pero por mi forma de correr, en cuanto voy más despacio de lo que acostumbro empiezo a cambiar los apoyos, a ser más vertical y menos horizontal en el reparto de los pesos, y mis articulaciones sufren más.
 
No sé si me he explicado: al correr despacio, el tránsito del peso del cuerpo por la vertical del mismo con respecto al apoyo es más largo, y las articulaciones tienen que soportar esa sobrepresión durante más tiempo. Además, el recorrido de flexión y extensión de la pierna es mayor. Por eso a mi me gusta ir con una ligera inclinación, buena frecuencia y zancada un poco más viva. Pero claro, eso da unos ritmos un poco más altos e incómodos a nivel cardiovascular, y sin embargo, mucho más saludables para mí articular y muscularmente.
 
Así que mañana me quitaré las penas con una carrera un poco más ligera, con paradas cada diez minutos, de tal forma que consiga una buena disposición muscular al esfuerzo. Y, si acaso, por la tarde saldré a regenerar un poco con el grupo, pero también intentaré ir un pelín más ligero que en el día de ayer.
 
Por lo demás, la vida aquí sigue su curso, con más gente pululando por la base, pero sin mayores problemas. Ha llegado un punto en que no importa demasiado tener una cola de veinte minutos donde antes no la había. No es tan grave. Y sin embargo, en determinados momentos la gente se altera porque no queda pollo, le piden la tarjeta de identificación o hay que ajustarse a determinados horarios para acceder a los sitios.
 
Por mi parte, intento tomármelo con filosofía y mucha calma. En ocasiones por desgracia, las ramas no dejan ver el bosque. Y el bosque está lleno de rincones estupendos.
 
Afghanistan_Mountains_635x300

No hay comentarios:

Publicar un comentario