jueves, 31 de enero de 2013

Desafío Fortalezas-Ronda 2013: relación peso-potencia.

Últimamente me encuentro un poco flojo. Estoy intentando vigilar un poco más lo que como, porque me he propuesto bajar un par de kilos durante los próximos meses, y a veces lo noto, ya que en el momento en que hago dos o tres entrenamientos más o menos largos en días consecutivos se me agotan las reservas, y tengo la extraña sensación de que no hay de donde tirar. Eso será así hasta que mi organismo se adapte a las nuevas exigencias, guarde lo que necesita y lo optimice, de tal forma que alcance un nivel suficiente de reservas energéticas.

Perder peso de forma controlada es, en mi caso, una de las mejores formas de mejorar mi nive de entrenamiento. Si a un mismo nivel de esfuerzo hay que desplazar menos masa, la velocidad media aumenta. O lo que es lo mismo, para ir al mismo ritmo se necesita menos esfuerzo. Además de eso, al tener que mover menos kilos, la energía que se emplea es menor para ritmos iguales, por lo que con las mismas reservas energéticas tendremos combustible para más tiempo.

Todo esto se multiplica cuando hablamos de subir. La gravedad desempeña un importante papel en las ascensiones, y si además de desplazar la masa que supone nuestro cuerpo horizontalmente le añadimos la componente vertical de una subida, el consumo energético se dispara. Es decir, si en el llano es ventajoso desplazar menos peso, en los ascensos este factor es aún más determinante.

Por otro lado, el peso tiene también una influencia decisiva en otros aspectos, independientemente de la cuestión energética, ya de por sí importante. Las tensiones generadas a nivel muscular, articular y tendinoso son mayores cuanto elevado sea el peso del atleta. Durante el desarrollo de la carrera a pie tienen lugar impactos de carácter repetitivo que generan un estrés en determinadas zonas. Este estrés se ve acentuado por los kilos de más, que contribuyen a sobrecargar esas zonas más sensibles a los impactos.

Antes hablaba de la importancia del peso en las ascensiones pero, ¿qué ocurre en los descensos? Por las mismas razones físicas, la gravedad hace su trabajo también cuesta abajo. Esto, que debería ser un hecho favorecedor (y de hecho lo es, hasta cierto punto) se convierte en un arma de doble filo, pues a partir de determinados niveles de pendiente efectuamos una labor de frenado y bloqueo del movimiento, para no acelerarnos en exceso o de forma incontrolada (en función del terreno, la pendiente, etc...), que es extremadamente lesivo si no estamos hechos al mismo. Por eso, hay que entrenar también las bajadas, porque exige un trabajo muscular que es totalmente distino al que se lleva a cabo en las subidas, y por lo tanto también es necesaria una adaptación del músculo a ese trabajo concreto.

Sin embargo, perder peso no siempre es positivo, y llega un punto en que el organismo se resiente, no sólo en lo que afecta a sustratos energéticos. Si la pérdida de masa corporal no es controlada y supervisada convenientemente, empezaremos a ver afectada nuestras capacidades orgánicas: pérdida de masa muscular, empeoramiento del sistema inmunológico (bajada de defensas), debilidad,...son algunas de las consecuencias primeras de un adelgazamiento excesivo, que de no corregirse podría derivar en otras más graves para el organismo.

Es necesario, por ello, encontrar la conveniente relación peso-potencia, que nos permita mantener unas capacidades e incluso mejorarlas, sin que por ello se vea perjudicado nuestro organismo. Por eso, es recomendable, desde mi punto de vista, no hacer barbaridades dietéticas, y dejarnos asesorar por un profesional familiarizado con la práctica deportiva, al que expongamos nuestras pretensiones y expectativas, y que controle periódicamente nuestros progresos.

Por mi parte, considero que llevar una alimentación sana, equilibrada y comedida, en consonancia con nuestras exigencias energéticas, es más que suficiente para, sin grandes alardes ni complicaciones, limar un par de kilos por aquí y por allá, si es que en realidad nos sobran y consideramos que merece la pena. Es más una cuestión de sentido común y disciplina que de enormes sacrificios. Los kilómetros se encargarán del resto. Seguro.

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1 comentario:

  1. Es importante no ir pasado de kilos, pero con entrenos tan exigentes y prolongados es complicado no alimentarse en condiciones. Para mi la cuestión es conocerse y encontrar el equilibrio. El cuerpo va buscando esos límites y nos da avisos cuando Le faltan reservas.

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