Km recorridos (día/total): 6/104 Vueltas dadas al perímetro (día/total): 3/52
Ya estoy en dobles dígitos. Me ha costado superar esa pequeña barrera de los 100 kilómetros, pero finalmente han llegado en una mañana fresca, en la que he podido rodar un poco más rápido que en días anteriores, sin pasarme, porque la tensión en gemelos y sóleo todavía está latente. De hecho, al terminar a correr, con la musculatura "relajada", parecía un bloque de cemento. ¡Pero he podido correr!
Puede que haya gente que no lo entienda cuando me ve cojear levemente por aquí y por allá. Yo digo con una sonrisa que no pasa nada, que ya curará cuidándolo un poco. Parece que va siendo así. Hoy, por si acaso, le he hecho una visita al fisio de la base, previo paso por el traumatólogo. Llevo en mi vida deportiva muchos pinchazos y muchos tratamientos: infiltraciones, EPI, ultrasonidos, masajes, acupuntura, onda corta, onda de choque, infrarrojos, frío, calor, masajes, kinesioterapia,... y sin embargo, hasta el día de hoy, no me habían hecho ninguna punción seca.
¿Y qué es una punción seca? Una agresión consentida, simple y llanamente: aguja de las de acupuntura pero más larga, pinchacito y estimulación de las zonas contracturadas. No es agradable (según en que zona duele un poco más) pero tampoco es para morirse (es mucho peor una infiltración en algunos puntos, además de mucho más agresiva). Como digo, hoy me he llevado seis pinchazos, una por kilómetro, especialmente doloroso el del gemelo externo. ¡Con lo que me gustan las agujas!
Ahora relajare un poco las piernas, las pondré en alto, y mañana por la mañana saldré a rodar con mallas largas y Radiosalil para que caliente bien la musculatura. Y una de estas noches me quedaré un rato más por la noche, que la luna está creciendo y dicen que es alucinante.
Pero que me espere otro día. Total, estaré aquí una temporada...
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