miércoles, 4 de septiembre de 2013

Día 124: esperando

Km recorridos (día/total): 9,6/988,6                                  Vueltas dadas al perímetro (día/total): 2/275

Desde anoche sabía que levantarme hoy a las seis menos cinco para ir a rodar con Alberto y con Tabu no sería una grandísima idea. Me habría quedado en la cama sin dudarlo, pero me aguardaban fuera y no podía dejarles ahí, esperándome eternamente. Es una de las ventajas de entrenar con amigos: siempre tienes un extra de motivación para levantarte de la cama. Aún así, al llegar al punto de giro sur, he dejado claro que sólo haría una vuelta, o sea, cinco kilómetros y poco.

Lo que ocurre es que de regreso hacia el norte, a medio camino, me he encontrado con mejores sensaciones y he decidido llegar hasta arriba, y luego otra vez hasta abajo, y ya de vuelta a casa. Así que nada, al final, casi diez kilómetros. No son los quince que pretendía, pero tampoco está mal, visto el estado general, no sólo mío. Tabu y Alberto también daban muestras de flaqueza. Los kilómetros de los últimos días nos han terminado pasando factura a todos.

Por otro lado, ayer escribí que había surgido algo muy ilusionante a media tarde, inesperado por completo, y muy lindo. Pues bien, la cuestión es que antes de decir nada necesitaba llamar para asegurarme de que era lo que parecía. Y así ha sido. Ayer recibí una carta de la Fundación Josep Carreras. Desde hace años soy donante de médula ósea, pero debido a lo difícil que es encontrar a una persona compatible sin que exista relación de consanguinidad, no me habían llamado nunca.

¡Ayer lo hicieron! No me lo podía creer. Hoy me he puesto en contacto con ellos, y efectivamente, me han confirmado que hay un receptor a priori compatible conmigo. El tema es que estoy donde estoy, así que van a comprobar primero que no hay otro donante disponible antes de proceder conmigo. Estoy deseando recibir noticias, y poder ayudar. Me han explicado el procedimiento, y en principio habría que realizar una extracción de sangre para corroborar ciertos datos, confirmar la compatibilidad y preparar al paciente receptor para el transplante, algo que no ocurriría antes de un mes con posterioridad a la extracción.

En mi caso, tendría que solicitar un permiso para desplazarme a España un par de días, hacer la extracción, regresar y quedar a la espera, seguramente hasta el final de la misión. Me ilusiona mucho tener la opción de poder ayudar a alguien de esta manera. ¡Sería estupendo! Desde la fundación me han dicho que se pondrán en contacto conmigo, pero yo les voy a llamar mañana por la mañana, a ver cómo ha avanzado el tema.

Esta era la maravillosa noticia que recibí ayer por la tarde. Una vez más, me siento muy afortunado por lo que puede llegar a suponer esta aventura dentro de la propia aventura afgana. Ojalá todo salga bien.
Hoy he escrito la entrada un poco antes de lo habitual. Esta tarde he cancelado cualquier actividad física (estoy agotado y me duele el hombro, no sé muy bien de qué), para ver si así recupero un poco de cara a la segunda mitad de semana.

Por cierto, mañana, si todo va bien, ¡llegaré a los mil kilómetros recorridos en suelo afgano!

1 comentario:

  1. Enhorabuena por la posibilidad real de dar vida. El 3 de septiembre cumplí 20 años, o para ser exactos, hace 20 años que recibí la médula ósea de mi hermano Marcos, gracias a ello, fundé una familia con mi novia de entonces y tengo 2 hijos maravillosos. No sabes hasta donde puede llegar tu semilla.
    Gracias.

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