miércoles, 21 de agosto de 2013

Día 109: sesenta millas solidarias

Km recorridos (día/total): 20/803,4                                          Vueltas dadas al perímetro (día/total): 3/239

¡Qué bien me ha venido el descanso activo de ayer! Hoy por la mañana, a pesar del sueño, tenía las pilas cargadas al igual que el resto, y se ha notado. Los cinco kilómetros doscientos metros han volado en apenas veintitrés minutos, con todos entonados y mucho mejores sensaciones que durante los días previos.
Finalmente y por fortuna, a las tres he podido acudir a mi cita con el masaje de descarga semanal. Así, por la tarde, aunque las piernas no estuviesen tan a tono como en otras ocasiones, rodar a buen ritmo me ha resultado relativamente sencillo, gracias también al sentido común que imperó ayer por la tarde.

Hoy, tan sólo veinticuatro horas después de habernos sentado delante de unas pizzas y unas cervezas, ha tomado definitivamente forma nuestro nuevo proyecto: las 60 millas solidarias del repliegue. Ayer, como explicaba, bastó un retraso de cinco minutos para que Alberto y Pascual me la liasen bien liada. Cuando llegué me pusieron al día de una gran idea: cubrir la distancia aeronáutica que separa Qala-e-Nao (la otra base española en el oeste de Afganistán, que cierra a finales de septiembre) de Herat. Total, que ni cortos ni perezosos, nos pusimos a darle vueltas al tema, para ver de qué manera podíamos sacarle partido al asunto.
Sesenta millas náuticas son unos ciento ocho kilómetros aproximadamente. Esa es la distancia en línea recta, o sea, la que prácticamente cubren nuestros aviones y helicópteros, entre la base de Qala-e-Nao y Herat. Así que pensamos que podíamos recorrer esa distancia en tres relevos de treinta y seis kilómetros cada uno, dando siete vueltas a nuestro circuito de cinco kilómetros y doscientos metros. Yendo más allá, se nos ocurrió que podíamos vender, de manera simbólica, dorsales a cinco euros, de tal forma que con el dinero recaudado comprásemos alimentos para donarlos a un orfanato de la zona.

Hemos fijado la fecha para el veintidós de septiembre. De momento, la idea ha gustado mucho a la gente más próxima a nosotros. Estoy convencido de que muchos, no sólo aquí, sino también en España, se animarán a comprar un dorsal y a donar ese dinero por una buena causa; también de que más de uno se animará a dar con nosotros alguna vuelta, y de que tendremos el apoyo de muchos compañeros que, en algún momento a lo largo de la mañana nos regalarán palabras de ánimo.

Sin llegar a representar una empresa extraordinariamente dura y complicada, sé que será, en cierto modo, un reto físico y psicológico completar siete vueltas de cinco kilómetros doscientos metros a un mismo circuito, el de todos los días, y en unas condiciones que esperamos sean las óptimas para correr. Especialmente, después de lo que llevaremos, por esas fechas, corrido. Por supuesto, estoy seguro de que no faltarán ni el calor ni el polvo afganos, aunque ya en menor medida de lo acostumbrado hasta ahora.

Queda sólo un mes para este nuevo reto solidario. La verdad es que me ilusiona enormemente verme embarcado en este proyecto con Alberto y Pascual, dos grandes deportistas que viven la vida de acuerdo a unos principios con los que me identifico totalmente. Y es que ninguno sabe vivir sin correr.

Aquí nos hemos juntado, tan lejos, tan cerca, por casualidad. Para completar sesenta millas náuticas. Para hacerlo como un verdadero equipo. Para aportar nuestro granito de arena. Para invitarte a que hagas lo mismo. Yo prometo describirte las sonrisas que cosechemos con todo lujo de detalles. ¿Qué mejor recompensa?

1 comentario:

  1. Hola Fran. Cuando Lo tengas todo perfilado, Pegaremos la información en el blog del "Lomito Running Team" de Algeciras, para modestamente dar la máxima difusión posible a esa gran causa. Un abrazo solidario

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