jueves, 13 de junio de 2013

Día 41: treguas

Km recorridos (día/total): 6/190                                           Vueltas dadas al perímetro (día/total): 3/95

La climatología y las molestias parecen haber dado sendas treguas. Durante la semana, las temperaturas han ido progresivamente en descenso y aunque a mediodía el calor se deja notar, no es tan asfixiante como lo fue durante el fin de semana, y de los casi cuarenta y cinco grados del sábado nos hemos asentado en unos cómodos treinta y tantos, que una vez ha caído el sol descienden rápidamente hasta rozar los veinte grados. Todo ello, sumado a la brisa constante (el intenso viento de principio de semana, que arrastraba polvo y más polvo, también se ha tomado unos días libres), hace que las tardes y las noches sean muy agradables.
 
Independientemente del calor en sí, las temperaturas más suaves de esta semana han ayudado también a mi recuperación física y fisiológica. El organismo no tiene que estar combatiendo todo el tiempo contra la sequedad ambiental y las altas temperaturas, que tanto parecen afectar a mis músculos, y puede centrarse en recuperarse de los esfuerzos mañaneros sin más. Así, cada día voy un poco mejor, y en breve creo que empezaré a aumentar progresivamente el volumen, probablemente doblando sesión un par de tardes a la semana, aprovechando la hora de luz desde la puesta de sol hasta el anochecer.
Si no fuera por estos buenos ratos...
Si no fuera por estos buenos ratos...
Esta tarde me he puesto a hacer cálculos en función de los kilómetros que, en un principio, querría completar a lo largo de mi estancia en Herat: 1200. Resulta que, entre una cosa y otra, y en función de este objetivo, que ni mucho menos es inalienable pero que me encantaría alcanzar, voy casi 90 kilómetros por debajo de la progresión lineal que, corriendo una media de casi siete kilómetros diario, me llevaría, en 180 días, a alcanzar esa cifra.
 
Lo cierto es que no me preocupa, porque en cualquier caso quería dedicar el mes de mayo a descansar después de toda la temporada en España y al final, por una causa o por otra, lo he podido hacer, aunque un poco por obligación, todo hay que decirlo. Así que me he hecho una pequeña tabla de Excel que me sirva como guía de lo que llevo, de lo que teóricamente debería llevar en función de los días y de la desviación entre una cosa y la otra.
 
No voy a perder la cabeza por eso, pero si poco a poco puedo ir convirtiendo el balance negativo en positivo, eso que me llevo. A día de hoy, como digo, estoy en - 88 kilómetros. Ya reduciré la distancia. Quedan muchos días por delante y, además, en septiembre me encantaría comenzar una fase un poco más específica de cara a mi regreso a España. Con un poco de suerte, nada más llegar correré la media maratón de San Javier, y me gustaría mucho hacerlo bien.
 
Hoy me toca cenar pasta en Casa Italia con mi amigo Manu. A ver si con eso, mañana nos salimos los dos. Por lo menos, cenaremos bien. Luego, que nos quiten lo bailao.

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