domingo, 23 de junio de 2013

Día 51: personas

Km recorridos (día/total): 6,2/262,6                                   Vueltas dadas al perímetro (día/total): 2/123
 
Hay personas que se cruzan en el camino de uno de forma accidental: una llamada de teléfono, una breve conversación, una coincidencia espacio-temporal, una lesión, una carrera fuera de horas,... En cualquier caso, por cualquier motivo o circunstancia, se puede encender una pequeña llama que simplemente hay que tratar de alimentar con cierta frecuencia. A veces esa llama sobrevive al paso del tiempo. En otras ocasiones, y a pesar de haber brillado con fuerza en algún momento, se va apagando sin más, hasta extinguirse en silencio.
 
A lo largo de estos años, he tenido la suerte de que varias de esas personas aparezcan en mi vida, y de procurar que esa llama, en la mayoría de los casos, no se desvanezca. Personas en las que mirarme, en muchos casos por su actitud ante la vida, ante las dificultades, ante los demás... Personas que han antepuesto lo humano al resto de cosas, que han dado un paso adelante cuando han intuido que era necesario, que han apoyado ideas y proyectos, que me han acompañado a carreras, que me han curado lesiones, que me han mandado mensajes de ánimo cada día, que han hecho horas de viaje por mí, que han llorado, que han pasado a tomarse un café, que han compartido kilómetros conmigo, en silencio en muchas ocasiones, que han firmado banderas que ondean encima de mi cama,...
 
Esta mañana he hablado con una de esas tantas personas que, de un modo u otro, han mejorado mi vida. Lo he hecho para exponerle otro proyecto, a sabiendas de que esa persona es todo ilusión, sensibilidad y ganas de hacer por los demás. Luego, esta persona me ha enviado la foto que pongo hoy, de un bonito atardecer en Cabo de Palos, del mar que tanto añoro. Así, sin apenas conocernos. Porque, en realidad, nos conocemos poco, aunque muchas veces ese poco es mucho, y bastan un par de minutos en una terraza del puerto de Cartagena para saber que quien tienes delante verdaderamente merece la pena.
 
Por lo demás, el domingo ha sido un día muy agradable, más aún si lo comparo con los días pasados, con una carrera muy suave, no muy temprana, que me ha servido para inspeccionar el recorrido que estamos preparando para el día 7 de julio, San Fermín. Sigo corriendo solo, pero no me importa. Por cierto, dicen que esta noche la luna volverá a estar impresionante. Con un poco de suerte, le dedico otro rato.
Atardecer desde Cabo Palos (Murcia)
Atardecer en Cabo de Palos (Murcia)

No hay comentarios:

Publicar un comentario